martes

tiempo de echar raíces

Siento deseos de volar alto, despegar a velocidades inmesurables y romper la barrera del sonido. Ser un cohete, un ave, un globo que alguien no sujetó lo suficiente.
Volar y volar, y cuando me sintiese cansado, planear sobre los campos de trigo que me han contado son dorados como el sol. Sentir el aire por mi cuerpo y ruborizarme por la sensualidad de sus cosquillas al recorrerme.
Trompetas. Imagino que se oiría como trompetas y un contrabajo. Sueño con volar al ritmo de las trompetas y recostarme en campos amarillos como el sol.
Un cincel sincel cinsel. Un jazz y un chamamé. Un copo de nieve y sistematicamente el destierro.
Cuando más sola estoy, es cuando más me siento en compañía conmigo misma. Me suelo perder de mí en el gentío, y me largo a vagar sólo para volver al hogar una o dos veces al mes.
No siempre es buena mi compañía, por eso me gusta partir de mí, para encontrarme y volverme a conocer.