lunes

encontré por ahi

Tengo a un hombre de cuatro costados durmiendo entre mis brazos. Respira con dificultad y su vientre late tibio junto al mío. Hoy es hombre otoño, y mañana nevará entre estas sábanas; caerán cristalinos, matemáticos e irrepetibles copos de helada distancia entre nosotros.
Nuestros cuerpos, lejos de ser salvajes, acostumbrados al trato terciopelo de años de eterna niñez cobijada, buscan un resguardo áspero e inestable. Buscan el sacudón inicial, la caricia que es cachetada, y luego, como si fuese el orden natural de las cosas, esperan la calma.

No hay comentarios: