escalofrió desde el centro de la espalda
atraviesa el pecho
hasta la punta de los pezones,
y volves a hervir
en un dos por cuatro,
y nunca nunca al compás
una negra
dos negras
piedra de montaña
calor desde dentro
que no se quita
con un baldazo helado
no importa el ardor
ni todo ese cemento,
la gota en la espalda
solo incita a más
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