Juro que por unos segundos lo medité y pensé: ¿y si este señor no es meramente un maleducado pero un iluminado y yo, con este lunes de mierda dejo pasar semejante consejo por ser una necia? ¿Y si es el próximo Buda? METETE EL DEDO EN EL CULO, que tipo original, ¡que lo parió! ¡sabía justo lo que necesitaba! lunes de silla de plástico, mate y dedo en el culo ¿qué más se puede pedir? es más, deberían decretarlo como feriado nacional, para fomentar el turismo: el día del dedo en el orto.
- "buenos días señor, he aquí sus medialunas y permítame: un dedo en el culo".
- "bueno, pues... no me lo esperaba, pero ¡que gran gesto!"
Es brillante, es tabú, es trasgresor, e inclusive culposamente placentero, ¡y refleja tan bien a nuestra generación!
¿O no estamos empesinadisimos en ir "mas allá"? y con eso no digo elevarnos a los cielos, que de paso cañazo tenemos que admitir que cada vez menos en eso creemos y por eso vivimos así, al máximo, al limite, como un exprimidor turbo que sobrecalienta y a nadie le importa, porque hay que transgredir, hay que llamar la atención, hay que generar choque, y más más más, mucho más, y sucede, claro, hasta que se naturaliza y aburre y a otra cosa mariposa.
Queremos llegar a ningún lado, porque lo importante es la intensidad del paseo, lo terrenal, el aquí y ahora y el dedo en el culo.
Así bien, creo que el próximo evidente paso es claramente el dedo en el orto. ¿Porque qué más tabú que encontrar placer en la violencia ajena? y cómo diría la concejala ¿qué más democrático que el placer? Así que brindo (y sugiero que Calamaro lo agregue a su tema para generar difusión) porque nadie tenga que privarse de un buen dedo en el culo. ¡Salú!
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